El año 2012 Luis Alberto Soto, consultor senior, me invitó a formar parte de una serie de talleres para Codelco. Las exigencias apuntaban siempre al tener que enfrentarse a los nuevos y grandes desafíos de la Compañía. El diseño en conjunto de estos talleres fue muy interesante, debían conjugar un lado que los conectara con sus tripas y corazones y por otro lado tenerlos con los pies bien puestos sobre la tierra para el diseño de nuevas estrategias de trabajo. Trabajar desde ciertas emociones con ingenieros de la minería fue un verdadero regalo. Ver tantas ganas y disposición a viajar por mares desconocidos me dejó sorprendido. Todos los talleres se desarrollaron en las salas de capacitación de Chuquicamata, en espacios bien convencionales, pero logramos siempre transformar el espacio, logramos travesías memorables y finalmente se llegó a muy buen puerto.